La quinta del Buitre

13.11.2013 15:05

En 1983 el Real Madrid tenía un filial, el Castilla, que militaba en la segunda división del fútbol español y llevaba 60.000 espectadores al Bernabéu para ver su juego. En ese equipo había varios jugadores que acabaron siendo importantes en el fútbol español. El periodista Julio César Iglesias, asiduo a los partidos del Castilla escribió un artículo en el que hablaba de las virtudes destos jugadores, principalmente de uno de sus integrantes, Emilio Butragueño, que según el autor poseía una quinta marcha adicional en un momento en el que la mayoría de los vehículos tan sólo tenían cuatro. Esta quinta marcha de Butragueño acabó derivando en la denominación por la que se conoció a esa generación de canteranos que dieron el salto al primer equipo entre 1983 y 1984. Los primero que dieron ese salto fueron Sanchís y Martín Vázquez que debutaron a finales de 1983 en Murcia, en un partido en el que Manuel Sanchís consiguió el gol de la victoria. Posteriormente Pardeza, otro de los integrantes debutaba en un partido ante el Espanyol, aunque su participiación fue testimonial. Ya bien entrado 1984 al que le tocó el turno fue al jugador que dio nombre a su generación. Emilio Butragueño "El buitre" debutó en el estadio Ramón de Carranza en un partido mítico en el que el Cádiz ganaba por 2-0 y que el jugador madrileño logró dar la vuelta al marcador con dos goles y una asistencia para acabar remontando a 2-3. El Madrid estaba siendo entrenado por un mito del madridismo y del mundo del fútbol, el hispano-argentino Alfredo Di Stefano, que deceidió dar la oportunidad a ese grupo de jugadores. El Madrid alternó durante toda la temporada la primera posición con el Athletic de Bilbao. A cinco jornadas del final ambos se enfrentaron en la Catedral con victoria de los vascos por 2-1, lo que les reafirmó en la primera plaza. En la última jornada la victoria del líder, Athletic, ante la Real Sociedad por 2-1 con dos goles de Liceranzu daba el título a los vascos que también sacarían la gabarra por su victoria también en la copa y el Madrid se quedaba sin títulos al perder la liga por tan sólo un tanto en la diferencia de goles.

La siguiente temporada, la 84-85 supuso la consolidación de estos jugadores en el primer equipo con el debut de Míchel y la llegada al banquillo de Amancio Amaro. El equipo quedó muy lejos del campeón en la tabla, el Barcelona. Nada más y nada menos que diecisiete puntos separaron a ambos en la tabla, en la que el cuadro merengue fue quinto. Por contra el Madrid logró lo que en aquel entonces era un trofeo de los más importantes del mundo, sólo por detrás de la Copa de Europa y que en aquel entonces disputaban 2º, 3º, 4º y 5º de la tabla con equipos europeos de similares méritos en sus respectivas ligas. Quizá era el torneo más difícil de conseguir por ser más largo que la máxima competición y porque el nivel de los equipos eran muy similares. El equipo blanco se plantó en la final que, por aquel entonces, se disputaba a doble partido y logró vencer al Videoton húngaro tras ganar 0-3 en Hungría y caer derrotado en la vuelta en el Santiago Bernabéu por 0-1. La quinta del buitre se asentó en el equipo marcando Butragueño diez goles, Míchel dos y Sanchís que alternó el centro del campo con la defensa cuatro. Pardeza no llegó a participar en el primer equipo y jugó en el Castilla todo el año. En la plantilla había otros jugadores que hicieron historia en el Real Madrid como Migue Ángel, Chendo, Camacho, Ricardo Gallego, Santillana, el alemán Stielike y Jorge Valdano, que fue el máximo goleador del equipo con diecisiete tantos y que además fue el único fichaje del año procedente del Real Zaragoza.

En la temporada 85-86 al Madrid llegaban tres jugadores contrastados como Maceda, central del Sporting, Rafael Gordillo procedente del Real Betis y el pichichi de la temporada anterior, que llegó envuelto en una gran polémica por provenir del Atlético de Madrid, el mexicano Hugo Sánchez. Con estas incorporaciones el conjunto blanco dirigido por Luis Molowny mandó con claridad en la liga proclamándose campeón con once puntos de diferencia con el segundo y campeón la temporada anterior, el Barcelona. En el Madrid destacaron Hugo Sánchez que se alzó con el pichichi con 22 goles seguido por el también madridista Jorge Valdano que fue segundo en la tabla. También fue importante la aportación creciente de la quinta del Buitre. Sanchís quedaba finalmente definido como defensa central, Míchel se convirtió en el propietario de la banda derecha sobre todo debido a los centros medidos enviados por éste y que remataba sobre todo el delantero mexicano y en menor medida el argentino Valdano y Emilio Butragueño que acabó con diez goles. El propio Míchel acabó con siete y el Real Madrid funcionó a la perfección durante todo el año.

En la 86-87 pocos cambios en el Madrid. Llegaron Buyo para la portería, procedente del Sevilla, Mino que reforzó la defensa y un centrocampista muy fino que hizo poco ruido, pero creó mucho fútbol, Milan Jankovic. El Real Madrid volvió a dominar y ganar la liga del Play-off. Al finalizar la temporada se jugaron play-offs en función de la posición en la tabla para decidir las posiciones finales y el conjunto blanco consiguió salir victorioso de la misma. Hugo Sánchez se alzó con el pichichi en un año en el que bastantes jugadores aportaron de cara al gol y mostraron una variedad de alternativas y juego que les convirtió en el equipo más destacado. El mexicano acabó con 34 goles, mientras que Butragueño logró 11, Valdano 7 y Míchel, Gordillo, Pardeza y Martín Vázquez acabaron con 5. Con el holandés Leo Benhakeer en el banquillo, el Madrid logró superar al Young Boys suizo, a la Juventus de Turín, Estrella Roja de Belgrado en Copa de Europa y se plantó en semifinales donde se enfrentó al Bayer de Munich. El conjunto bávaro se llevó el gato al agua en la ida por 4-1 y logró aguantar en la vuelta donde los merengues se impusieron por 1-0 con gol de Santillana. El sueño de la séptima después de veinte años de sequía se esfumaba.

El Real Madrid de la temporada 87-88 comenzó arrasando en liga logrando ocho victorias de forma consecutiva en las primeras ocho jornadas de liga en las que consiguió marcar 32 goles y recibió únicamente 2. Los blancos fueron dominadores desde el principio al fin y logró registros goleadores espectaculares al conseguir 95 goles a favor y 26 en contra, por lo que Buyo consiguió el trofeo Zamora y Hugo Sánchez el pichichi. Sanchís logró 9 goles, 12 Butragueño, 14 Míchel y 5 Martín Vázquez. La quinta del Buitre funcionaba a pleno rendimiento moviéndose al compás que marcaba Milan Jankovic. Martín Vázquez y Sanchís tenían a esas alturas 22 años por 24 de Butragueño y Míchel y ya formaban uno de los conjuntos más temidos de Europa. En la competición europea eliminaron al Nápoles de Maradona, al Oporto, se sacó la espina en cuartos tras eliminar al Bayern de Munich tras perder 3-2 en Munich, pero venciendo por 2-0 en el Bernabéu y se plantó en semifinales contra el PSV Eindhoven, donde los madridistas eran favoritos para acceder a la final. El gol que consiguió Liskens en el Bernabéu y que supuso el empate a uno para los holandeses fue imposible de superar tanto en la ida como en la vuelta donde el partido acabó en 0-0 y el Madrid cayó eliminado por segundo año consecutivo a las puertas de la final continental.

El Real Madrid siguió con su camino triunfal en la temporada 88-89 a los mandos aún de Benhakeer y a pesar de un comienzo dubitativo con tres empates consecutivos en liga, los de Chamartín encadenaron una serie de partidos consecutivos sin perder que fueron hasta la jornada 29 donde perdieron en Balaídos frente al Celta de Vigo. Los blancos volvieron a ser grandes dominadores y se volvieron a colgar una vez más del talento de los jugadores de la quinta como aportación principal en la que se sustentó su éxito. Llegó al equipo Schuster procedente del barcelona para llevar la manija en el centro del campo lo que propició la salida del yugoslavo Milan Jankovic. Finalmente se acabó llevando la cuarta liga consecutiva con autoridad y sus esperanzas se volvieron a truncar en Europa donde se encontró a un equipo que marcó una época y que en este caso le cerró el paso con una bofetada que aún escuece en la mejilla madridista. El Madrid pasaba la primera elimnatoria ante el Moss, la segunda ante el Gornik Zabrze y en cuartos se quitaba el mal sabor de boca del año anterior eliminando al PSV, pero de nuevo llegaron las fatídicas semifinales por tercer año consecutivo donde el Milan de Arrigo Sacchi sacó un empate del santiago Bernabéu y se dio todo un festín en la vuelta goleando por 5-0 a los madridistas. El Madrid volvía a dejar una oportunidad magnífica en pleno dominio de la liga española. También el conjunto blanco lograba la copa del rey, por lo que se hacía con el doblete en España tras doblegar en la final al Real valladolid por 1-0 con gol de Rafael Gordillo.

La temporada 89-90 llevó al galés John Benjamin Toschack al banquillo y con él llegó el récord de goles en primera división hasta ese momento y que permaneció durante muchos años vigentes al lograr 107, sobresaliendo por encima de todos el mexicano Hugo Sánchez que igualaba el récord goleador del mítico delantero de Athletic de Bilbao, Telmo Zarra con 38 goles en liga. Al Madrid llegaron dos jugadores que enriquecían aún más a los blancos como Óscar Ruggeri, defensa central de la selección argentina que aportaría experiencia y seguridad y un joven Fernando Hierro, centrocampista del Real valladolid con mucha calidad técnica, despliegue físico, centímetros, gol y unas cualidades espléndidas. A cambio dejaron el club jugadores míticos como José Antonio Camacho, Ricardo Gallego y Maceda. El Madrid estuvo a un nivel fantástico durante toda la temporada y logró ganar la liga con varias jornadas de antelación con un nuevo recital de juego capitaneados en el mediocampo por Hierro y Schuster, por las bandas entraban Míchel y Martín Vázquez que firmó su mejor temporada de blanco y logró 14 goles y en punta de ataque con Hugo Sánchez y Butragueño y contando con la salida desde el banquillo de dos jóvenes delanteros procedentes de la cantera que rindieron a un nivel espectacular los minutos que estuvieron sobre el terreno de juego, Losada con 8 goles y Adolfo Aldana con 5. En copa de Europa el Madrid caía eliminado de nuevo por el Milan de Sacchi tras perder 2-0 en Milán y lograr la victoria por un insuficiente 1-0. Aquí se quemaba uno de los últimos cartuchos de la quinta en su etapa de liderazgo en el real Madrid.

Al año siguiente, la temporada 90-91 el Madrid daba un cambio de rumbo tras perder a Ruggeri, Schuster y Martín Vázquez y fichar a jugadores que no acabaron de dar un buen rendimiento en el club como Spasic. Sí rindió mejor Gica Hagi, el rumano, aunque no fue suficiente y hasta cuatro entrenadores poblaron el banquillo durante esa temporada. El Madrid acabó tercero a once puntos del Barça, que fue campeón. Tampoco le fue mejor la cosa en Europa donde fue eliminado en cuartos de final frente al Spartak. La quinta del Buitre se extendió más años, pero su brillo decayó y sus componentes fueron abandonando el club poco a poco. El más longevo fue Sanchís que llegó a ganar dos champions en los últimos años del siglo XX. La ansiada séptima lograda en Amsterdam ante la Juventus y la octava que el Madrid logró tras vencer en la final al Valencia.